La primera vez que ingresé a ese Hall, tan grande y oscuro, la primera vez que subía esas escaleras en la entrada, pensando que los alumnos parecían doctores vistiendo ese delantal blanco, con sus nombres bordados de rojo en el bolsillo superior derecho de esa pulcra cotona.Imponente se encontraba la estatua de Diego Barros Arana, con la mano rota y algunos manchones de pintura verde encima.
Miré a mi hermano y me dio pena, por nada del mundo quería ingresar ahí, ya estaba acostumbrado en colegio mixto, y ciertamente las intenciones de mi madre eran dejarnos internados a ambos. Con el pasar de los años, nos dimos cuenta que en su mayoría, los internos la pasaban mucho mejor, pero siempre se extraña el hogar...
Resolviendo los exámenes de admisión en la biblioteca, silencio total en la sala, mi hermano frente a mí, sentados en la misma mesa, jugándonos nuestro futuro colegial en esos instantes, todo para ingresar al Internado Nacional Barros Arana.
Pasó un tiempo, nos tocó volver para la entrevista con un orientador, el sr. Suazo, quien convenció a mi mamá para que no nos dejara internos. Ese día quedé aceptado en el INBA. Salimos por la puerta principal, y al admirar dubitativamente ese edificio a través de la reja, comencé a asimilar ese nuevo inicio, sin saber todo lo que significaría para mi vida y mi actual presente.
Miré a mi hermano y me dio pena, por nada del mundo quería ingresar ahí, ya estaba acostumbrado en colegio mixto, y ciertamente las intenciones de mi madre eran dejarnos internados a ambos. Con el pasar de los años, nos dimos cuenta que en su mayoría, los internos la pasaban mucho mejor, pero siempre se extraña el hogar...
Resolviendo los exámenes de admisión en la biblioteca, silencio total en la sala, mi hermano frente a mí, sentados en la misma mesa, jugándonos nuestro futuro colegial en esos instantes, todo para ingresar al Internado Nacional Barros Arana.
Pasó un tiempo, nos tocó volver para la entrevista con un orientador, el sr. Suazo, quien convenció a mi mamá para que no nos dejara internos. Ese día quedé aceptado en el INBA. Salimos por la puerta principal, y al admirar dubitativamente ese edificio a través de la reja, comencé a asimilar ese nuevo inicio, sin saber todo lo que significaría para mi vida y mi actual presente.
7 comentarios:
tiene un aire a monasterio !!
saludos y que el año que se avecina venga cargado de suerte y éxitos !!
saludos
hola. Soy Sergio, de Ciudad de México. Saludándote y agradeciéndote por tu comentario en mi blog. Ando de vacaciones, la proxima semana regreso al trabajo, y entonces, me daré un tiempo más largo para visitar tus blogs.
Saludos!!
Sergio.
Coincido con El J Morgado, tiene como un aire a templo o lago asi, por lo menos en la foto...reconozco que me llaman la atenciòn ese tipo de contrucciones. Supongo que màs de alguna sorpresa te has llevado de ahi..
SAludos y sigue escribiendo....quede metida ^^
Holas. De nuevo por aquí.
Y pues te he puesto en mis links.
Un saludo!
lomismo que carolka..sigue escribiendo,quedé metida!
Me agrada la foto de ese lugar..cómo será por dentro?
gracias x visitar mi blogs la otra vez.
saludos.!
Oye hueón, yo no conocía este blog!!
Pero filo, no me tinca mucho, jajaja.
Que lo pasen mejor los internos, no se, nunca lo estuve pero nunca quise estarlo, pero a los internos si les hubiese gustado no estarlo.
Para lo que escribía era porque noté que donde más diferencias de gustos tenemos son en los libros, cuatico el asunto.
Con cueva Princi-pito nos une.
EL INBA ES ALGO Q MARCA LA VIDA
Publicar un comentario